Las empresas y los usuarios en general tienen la necesidad de comunicarse con el exterior a través de mecanismos de interconexión. Dichos mecanismos puede ser locales (ej. comunicación entre dos sedes de una empresa ubicados próximos entre sí), nacionales (ej. comunicación entre sedes de una empresa situadas en diferentes localidades de un país) o internacionales (ej. Comunicación entre sedes ubicadas en diferentes países y/o continentes).
Dichas interconexiones se pueden realizar tanto a través de medios físicos (cableado) o mediante medios inalámbricos empleando para ello parte del espectro radioeléctrico.
En el primer caso, se suele emplear un tipo de cableado UTP (Unshielded Twisted Pair) para la implantación de redes Ethernet de área local. El cable UTP se caracteriza por estar constituido por pares de cables de cobre y trenzados entre sí para evitar interferencias electromagnéticas. Aunque el cable UTP es el más común, también se pueden implantar redes a través de otros medios guiados como pueden ser la fibra óptica o cable coaxial.
En el segundo caso, es la utilización del espectro radioeléctrico, la que realiza la interconexión entre diferentes puntos.
Se debe tener en cuenta que es muy común emplear los dos sistemas en una misma instalación. Por ejemplo, suministrar a varios PCs mediante una red cableada y, además, disponer de un punto de acceso Wi-Fi para el acceso a la red, por ejemplo, mediante dispositivos móviles, ya sea a través de teléfonos, tablets, portátiles, etc.