En condiciones ideales, la red y el suministro eléctrico deberían proporcionar una salida cuya forma de onda fuese totalmente senoidal y una tensión constante en cualquier punto del suministro.
En la realidad, los generadores y el sistema de distribución no son ideales, ya que poseen una cierta impedancia interna provocando una cierta caída de tensión y, por tanto, unas pérdidas en los sistemas de distribución. Por otro lado, las cargas absorben una determinada corriente transitoria (fundamentalmente en el periodo de arranque) y provocan unas corrientes no senoidales (principalmente las cargas no lineales). Además de esto, existen otras variables imposibles de controlar que hacen que la generación y distribución de la energía eléctrica no sea ideal, como puede ocurrir con las condiciones atmosféricas.
Estas perturbaciones provocan una disminución del rendimiento de las instalaciones e induciendo problemas de compatibilidad electromagnética.
Según se recoge en la Norma UNE-EN 50.160, los parámetros que se suelen ver afectados por algún tipo de perturbación son los siguientes:
- Frecuencia: La frecuencia nominal de la tensión de suministro debe ser de 50 Hz.
- Amplitud de la tensión: La amplitud nominal para redes de baja tensión debe ser de 230 V para sistemas monofásicos (tensión entre fase y neutro) y de 400 V para sistemas trifásicos (entre fase y fase).
- Forma de la onda: La forma de onda debe ser sinusoidal.
- Simetría de las tensiones trifásicas.
Debido a que las condiciones de generación y suministro no son ideales y teniendo en cuenta que se pueden provocar huecos de tensión (disminución brusca de la tensión de alimentación y cuya duración está comprendida entre 10 ms a 1 min) o, incluso, la ausencia total de suministro eléctrico, hace conveniente el uso de sistemas de alimentación ininterrumpida en aquellos lugares donde sea fundamental tener un servicio continuado de la actividad (equipos de telecomunicaciones, equipos médicos, etc.).
Otros de los posibles problemas que pueden surgir en la generación y suministro de energía eléctrica son los picos de tensión, los cuáles pueden afectar gravemente a los dispositivos conectados a dicha red.