En condiciones ideales, la red y el suministro eléctrico deberían proporcionar una salida cuya forma de onda fuese totalmente senoidal y una tensión constante en cualquier punto del suministro.
En la realidad, los generadores y el sistema de distribución no son ideales, ya que poseen una cierta impedancia interna provocando una cierta caída de tensión y, por tanto, unas pérdidas en los sistemas de distribución. Por otro lado, las cargas absorben una determinada corriente transitoria (fundamentalmente en el periodo de arranque) y provocan unas corrientes no senoidales (principalmente las cargas no lineales). Además de esto, existen otras variables imposibles de ...