Tradicionalmente se ha empleado cable coaxial para las aplicaciones de videovigilancia, sin embargo, con el paso de los años existen otras formas alternativas para este tipo de instalaciones. Entre ellos, se encuentra el cable UTP o la fibra óptica.
- Cable coaxial: Se caracteriza porque permite transmisiones de entre 400-500 metros, sin necesidad de adaptadores y pudiendo transportar señales de video y funciones PTZ, ofreciendo además bajas atenuaciones y aminorando las interferencias provocadas por emisiones electromagnéticas.
- Cable UTP: Son los elegidos para sistemas donde se encuentren redes de cableado estructurado, sin embargo, poseen una desventaja y es que necesitan de conversores de medios para poder transportar las señales de video analógicas y no todos los conversores permiten utilizar las funciones PTZ. Este tipo de cableado permite alcances en un rango de 100-300 metros en función de la sección del conductor.
- Cable de fibra óptica: Este tipo de cableado, se caracteriza porque no se ven afectados por interferencias electromagnéticas. La fibra óptica multimodo permite transportar señales hasta distancias de 2 km mientras que la monomodo puede lograr alcances cercanos a los 100 km. Sin embargo, su principal conveniente es el coste con respecto a los dos sistemas mencionados anteriormente.